Blogia
QUIZA TE INTERESA / UN LUGAR EN DONDE COMPARTIR TALENTO

DIRIGIR

Ideas aportadas por el profesor Javier Fernández Aguado.

Un directivo debe fundamentar su labor de gobierno en la generosidad, incluso -aunque parezca contradictorio- por un motivo egoísta, que explicó un pensador danés: las puertas de la felicidad se abren hacia fuera, y quien pretende abrirlas hacia dentro no logra sino cerrarlas más fuertemente.
Todas las personas coincidimos en una única aspiración, la felicidad. El triunfo económico y el prestigio profesional -la denominada visibilidad- pueden formar parte de ella, pero sólo una actitud de magnánima entrega hacia colaboradores y subordinados proporciona la llave de ese portón por la que todos pretendemos transitar.
Mucho está en juego. Al recordar ese punto, será más fácil entender que la ocupación de un directivo no puede ser nunca de mera gestión. Son inmensos las afanes depositados en el buen hacer de quien gobierna. Defraudar esas expectativas sería también malversar ese proyecto que sobre nosotros mismos anhelamos.
Las oportunidades son notables; y el esfuerzo por asumir que gobernar es principalmente servir, una lección esencial. De la coherencia e integridad de un directivo depende el presente y el futuro de su felicidad y la de quienes con él trabajan.

0 comentarios